
No se puede tener todo en la vida...
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He conocido personas financieramente exitosas, pero su salud está deteriorada o viven una vida llena de estrés, conflictos, envidias y sufrimiento.
He conocido a quienes tienen una excelente salud, están en forma, comen bien y tienen cuerpos envidiables, pero les falta confianza en sí mismos y la libertad financiera, lo que les impide ser felices.
También he conocido a personas rodeadas de amor: tienen amigos, tienen pareja, todo parece estar bien. Sin embargo, carecen de propósito, de un sentido real de realización, y muchos no tienen independencia financiera, lo que también les impide sentirse plenos.
He visto cómo algunas personas llevan una vida fluida, todo parece perfecto, pero un evento importante llega y se derrumban. La vida les da una gran lección y no tienen la resiliencia, la fuerza ni el control mental para superarlo. Empiezan a vivir con miedo.
Y conozco gente que dice estar bien en general, pero no tiene una buena salud, ni un propósito claro, ni independencia financiera, y el amor puede ser complicado. Porque cuando no tenemos amor propio, es difícil recibir lo que no podemos darnos a nosotros mismos.
Nos dijeron que no podíamos tenerlo todo en la vida, pero yo no lo veo así. No es que debas tener todo resuelto al mismo tiempo ni a los 20 años. Es que tengas la consciencia, la mentalidad y la consistencia para saber que tus acciones diarias te llevan a crear la vida que deseas. Esa vida puede ser extraordinaria o puede ser ordinaria, te guste o no, es tu decisión.
¿Qué es una vida extraordinaria? Es una vida en la que vas construyendo todo: libertad financiera, un cuerpo sano y fuerte, relaciones que te nutren, contribución y propósito hacia los demás, ganas de crecer, aprender, conectar, agradecimiento continuo en tu corazón, una relación profunda con Dios o con lo divino, con lo trascendental.
Para vivir una vida extraordinaria, tienes que ser excelente (NO perfecto) en las áreas más importantes que conforman un todo. Y te las resumo aquí:
- Salud: Bienestar físico, mental y emocional, cuidado del cuerpo y equilibrio emocional.
- Amor: Amor propio, relaciones familiares, amistades, pareja y comunidad.
- Éxito: Realización profesional, libertad financiera, logros y contribución a la sociedad.
- Crecimiento: Aprendizaje continuo, sabiduría, desarrollo personal, propósito y espiritualidad.
Ahora, no voy a poner números, ni decirte que alcanzarás un máximo en cada una de estas áreas. Eso lo decidirás tú, después de un proceso de reflexión, de autoconocimiento y, muy importante, de sanar el pasado.
Nuestra primera tarea en este camino es sanar el pasado, entender la programación subconsciente que nos confunde y nos hace, a veces, perseguir el trauma en lugar de nuestro don.
Te doy un ejemplo sencillo: cuando eras niño, si sufriste por cómo se veía tu cuerpo, grande, flaco, alto, gordo, lo que fuera… como seres humanos, tendemos a ser crueles con estas cosas, vas a querer perseguir tu idea de lo que era “seguro” para encajar, para que los demás no te aislaran o se burlaran de ti. Pero eso no es correcto. No queremos un cuerpo fit por el trauma, porque crear algo desde el dolor no da fuerza ni consistencia. Al contrario, debilita. En cuanto alguien te diga algo negativo, te desmotivarás y tomarás decisiones equivocadas.
En el lado contrario, lo importante es que entiendas que tu cuerpo es maravilloso, que es tu honor y responsabilidad cuidarlo. Que no te importe lo que digan los demás, porque es este cuerpo el que te lleva a la cima, al gimnasio diario, a hacer maromas, a meditar, a correr maratones, a subir montañas, a meterte al hielo.
Este cuerpo, esta máquina creada por las manos del mejor artesano del universo. La máquina MÄS valiosa y con mayor potencial de todo el universo.
Este enfoque, que no viene del trauma, tiene mucha más potencia, energía. Tu cerebro va a responder a él, y tu cuerpo, también.
Dicho esto, es fundamental sanar nuestro pasado lo antes posible, para poder construir una vida extraordinaria desde aquí.
Te cuento una pequeña anécdota. En mi último trabajo, después de la cuarta semana me di cuenta del error que había cometido. Pasé algunas semanas tratando de entender mi decisión, y me di cuenta de que había tomado esa decisión fuera de alineación con mis valores, impulsada por mis traumas. En fin, estaba allí y sentí un rechazo total hacia ciertas figuras de "autoridad" de la empresa.
Había un líder dispuesto a trabajar 24/7, algo que ellos consideraban positivo. Un hombre dispuesto a hacer cosas ilegales o por lo menos dudosas, con la excusa de que “así son las cosas si quieres crecer rápido”. Mentía, tanto hacia arriba como hacia abajo, “coloreaba un poco sus pobres éxitos” y tenía pésimos hábitos: sobrepeso, alcohol, mal dormir. No solo se veía mal, sino que también era manipulador, siempre atacando a los que eran diferentes, más dignos, más transparentes. A él nunca le importaron los demás ni el equipo. De hecho, entre menos ganabas, menos valías para él. Esta persona era la más galardonada del equipo.
Estoy segura de que muchos saben a qué me refiero o les ha pasado algo similar. No hablo de él teniendo una vida extraordinaria, hablo de lo que yo aprendí. ¿Por qué estaba allí? Fue mi decisión. Me quejé en mi mente, algunas veces también hacia fuera. Un tiempo quise culpar a otros, pero luego me recordé quién soy. Yo soy una persona que quiere tener una vida extraordinaria, y no tengo nada que hacer allí. Mi trabajo era alejarme de ese lugar y de personas que valoran ese tipo de comportamiento.
Si quería empezar a crear esta parte de mi vida de ÉXITO que fuera extraordinario, tenía que ser valiente y definitivamente, dejar de ser una víctima. Para ese momento, otras áreas de mi vida ya estaban bajo control. Yo creo que lo primero que tenía era la parte de SALUD. Mi mente, mi cuerpo y mi espíritu me dieron la energía y la fortaleza que necesitaba para seguir.
¿Qué te quiero decir con esto? A veces podemos sufrir y sentirnos víctimas, está bien. Pero si de verdad quieres y sueñas, como yo, con tener todo, con tener una vida extraordinaria, ¡hazlo! El camino no es para todos, esta vida no es para todos. Pero te aseguro al 100% que no te vas a arrepentir. Y si intentas seguir este camino y no llegas al 100% de tus metas, te aseguro que tendrás una vida mucho más extraordinaria que si nunca hubieras decidido intentarlo y casi segura también que si lo hacer con amor y entrega, el universo te dará lo que necesitabas, aunque no sea 100% lo que querías.
La vida también tiene muchas etapas. Para mantenerlo siempre interesante, tu concepto de una vida extraordinaria irá cambiando. Lo que yo espero es que podamos aprender el método, los “cómos”, para crear los cimientos de una persona que tiene la fuerza, resiliencia, constancia, excelencia y valentía para vivir una vida extraordinaria.
Yo sé que seguiré, todos los días, tratando de hacerlo, de mejorarlo, de alcanzar nuevos niveles de excelencia, no desde la frustración, sino desde el honor que tengo de estar aquí, de poder aprender, hacerme sabia y conectar. Si te sientes como yo, me da gusto encontrarte, porque sé que no somos muchos, pero también sé que esto es contagioso.